La memoria: un bien imprescindible

Son muchas las situaciones de la vida cotidiana que requieren el empleo de la misma, sobre todo dentro del ámbito laboral o de estudio. Es fundamental aprovecharla al máximo y así será más fácil recordar las cosas. De una forma u otra, cada uno emplea sus ayudas para recordar las cosas importantes: ¿quién no se ha marcado con un lapicero algo en la mano para no olvidarlo? Existen varios tipos de ayuda.


•Ayudas externas: son unas de las ayudas más utilizadas para recordar. Entre ellas están escribir en agendas, notas, calendarios, la mano; cambiar de lugar los objetos (cambiarse el reloj de muñeca, poner un objeto en un sitio inhabitual) o pedir a alguien que te lo recuerde.


•Ayudas generales: son las más utilizadas. Una de ellas es el repaso, es decir, la repetición de una información durante un tiempo hasta memorizarla. Esta ayuda es muy útil para recordar cosas concretas (números de teléfono, un nombre).


Pero cuando la información a recordar es más densa y compleja (un examen, una exposición) no basta con la repetición, hace falta un análisis y una organización de la misma. En este sentido, resulta útil elaborar: esquemas, resúmenes, ensayos escritos o mentales, etc.