Illary Ramírez, de la Dirección de Salud Mental del Minsa, explicó que este ligero incremento responde al interés de la población sobre este tema, es decir, pone mayor interés en su salud mental y busca ser atendida de manera oportuna.
Tras señalar que la depresión es un estado mental que pasan personas de diferentes edades, detalló que para mejorar estas atenciones el personal de los centros de salud actualmente es capacitado desde los primeros niveles de atención.
A esto se suma la gran cantidad de campañas de difusión y prevención sobre la depresión que realiza el Minsa, a través de los medios de comunicación.
En cuanto al tratamiento, la especialista sostuvo que sólo algunos pacientes deben ser medicados, pues la evaluación especializada es de vital importancia para este diagnóstico.
Mencionó que los medicamentos se utilizan teniendo en cuenta los casos de depresión mayor, la agudeza del cuadro y las circunstancias donde la vida del paciente se encuentra en peligro debido a intentos de suicidio.
“El tiempo de tratamiento con fármacos dependerá de la evaluación del profesional psiquiatra, estos medicamentos se irán retirando de manera lenta y gradual hasta aliviar parcialmente o en su totalidad los síntomas”, refirió Ramírez.
Sin embargo, es importante que el tratamiento con psicofármacos vaya acompañado de manera paralela del diagnóstico psicoterapéutico, el mismo que deberá prolongarse, incluso después de haber culminado con los medicamentos.
La psicóloga sugirió que, para evitar la depresión, se busque compañía ya sea asistiendo a reuniones de amigos o compañeros de trabajo, participar de un grupo parroquial o inscribirse en un curso de idiomas.
Asimismo, recomendó ocupar el tiempo en actividades nuevas y productivas, romper la rutina realizando alguna actividad que le hubiera gustado desarrollar y fue postergada.
FUENTE: Andina
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