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Stop! El chateo es adictivo


Una nueva adicción ronda entre los adolescentes. Se trata del chateo, hábito que se ha convertido en una forma de expresión, pero también en un arma de dos filos que aisla a los teens del mundo exterior y hasta los pone en riesgo de caer en la pornografía infantil.

Si eres de los chicos que se la viven pegados a la computadora, échale un ojo a esto.


¿Pasatiempo o adicción?

Parece que al chatear no existan ningún tipo de riesgos y sea una forma segura de hacer amigos, sin embargo, este hábito es ya considerado por científicos y filósofos mexicanos como una nueva forma de expresión entre los adolescentes que puede convertirse también en una adicción mucho mayor que el alcohol, las drogas y el tabaco, de acuerdo con Manuel González Oscoy, de la Facultad de Psicología de la Uiversidad Nacional Autónoma de México (UNAM).

Si bien, chatear se ha vuelto una nueva forma de expresión principalmente en niños y adolescentes, que supera a otras como la hablada o la escritura tradicional, también es cierto que este hábito puede dar pie al erotismo, la pornografía, sobre todo infantil y adolescente, al chantaje, al bloqueo o desvío de correos, "a un manejo sádico de la información", informó la Asociación Mexicana de Internet (Amipci).

Quizá leer esto te parezca que está escrito en chino, pero la realidad es que a pesar de ser una vía que potencia el lenguaje y permite crear relaciones amistosas y amorosas hasta con personas de distintos países, también es un arma de dos filos que crea dependencia e interfiere significativamente en la vida cotidiana de la persona.
Cómo sé si soy adicto

Tratar de evitar el chateo es difícil, incluso hasta inevitable, pues en opinión de los científicos, se ha convertido en un fenómeno real que permite jugar con tu propia personalidad, creando personajes ficticios y hasta permite explorar las fantasías.

Pero de acuerdo con la Amipci, chatear se puede considerar como una adicción cuando:

  • Deteriora el desempeño en otras áreas, como la escolar, familiar, social, laboral o económica,
  • Afecta el estado anímico con pérdida de ciclos de sueño, cambios emocionales o estrés continuo.

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